¡Hola a tod@s!
Ultimos días de 2014. En todos los medios leemos aparecen estos días todo tipo de artículos y reportajes con toda clase de balances, a cada cual mas curioso.
365 días es tiempo suficiente para que sucedan una cantidad innumerable de cosas.
Sin duda vivimos estos días en un contexto de depresión socioeconómica muy grave. Por un lado podríamos decir que este año en que nos hemos dado cuenta de que esta realidad no acabara, no a corto ni medio plazo, al menos. La clase media se ha volatilizado, los mileuristas -que nos parecían pobres en 2007- son ahora los nuevos ricos. La gente que tiene la fortuna de trabajar cobran 645 euros, una cantidad que empuja a cualquier familia a cruzar la línea de la pobreza para no volver jamas a la senda de prosperidad.
La corrupción y los escándalos políticos darían para un blog aparte, contribuyen notablemente a incrementar el sentimiento pesimista que no hace sino agravar la situación.
Pero por otro lado también ha sido el año en que se han consolidado tal cantidad de movimientos sociales cuyo único fin es recuperar, mantener y defender la dignidad individual de todos y cada uno de nosotros, velando por nuestros derechos y libertades. Quizas pueda parecer que no consiguen gran cosa, puesto que el gobierno hace y deshace a voluntad amparándose en su mayoría absoluta, pero para algunas personas -cada vez mas- se han convertido en un elemento imprescindible para su supervivencia.
Quizas este año va a ser aquel en que los niños tengan que pedir a los Reyes Magos un plato de macarrones con carne para cenar, pero estoy seguro que este año los de Oriente con un poco de ayuda complacerán a todos los niños.
Hoy mas que nunca tienes que decidir que clase de persona eres, una que solo se lamenta o una que actua por el cambio.
¡Hasta pronto!
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